3 abr 2017

Papel del docente creativo

        El papel del docente es esencial en el desarrollo de la creatividad, pero ¿cómo debe ser ese docente creativo?  La tarea del profesor creativo consistirá  de acuerdo a Lowenfeld y Brittain (1980) en “ser capaz de combinar todos los principios que considere válidos en una nueva combinación”. En otras palabras, procura organizar sus nociones a las circunstancias del grupo, así como a sus necesidades y aptitudes, con el fin de facilitar y procurar la capacidad creativa del niño. Para  Eslava (s/f)

El problema didáctico es que el adulto se empeña en ofrecerles estímulos muy simples con la engañosa finalidad de que puedan reproducirlos, buscando siempre la acción exterior observable olvidándose de lo que pueden estar construyendo internamente. Los niños pueden establecer diálogos “artísticos” en sus propios ritmos de actuación, en las posibilidades que brotan entre sus diversos deseos de acoplamiento y la diversidad de posibilidades que la materia que están trabajando les ofrece. (p.23)

        De lo anterior se desprende que, el quehacer educativo en la expresión plástica implica necesariamente una redefinición del trabajo del maestro, de su formación y desarrollo profesional; un cambio sustantivo en su tradicional rol de transmisor de conocimientos por el de un profesional que crea y orquesta ambientes de aprendizaje complejos, implicando a los niños y niñas en la búsqueda y elaboración del conocimiento, mediante las estrategias y actividades apropiadas. Ya lo decía Lowenfeld para que haya niños creativos, necesitamos maestros creativos.
        Por ello,  Kellog (1984) considera pertinente  el docente practique:

1. Su propia sensibilidad para captar los valores que el medio le ofrece: belleza, armonía, sosiego, paz, bondad. 2. Su habilidad para situarse en el lugar de los demás; es decir, para lograr una empatía (ponerse en la situación del que el otro se encuentra). 3. Su capacidad de comprensión y conocimiento de las necesidades intimas de sus alumnos y del nivel de las aspiraciones que poseen. (s/p)

        Sin embargo, sigue siendo necesario mantener este esfuerzo ya que aún son muchos los docentes que en la actualidad continúan encontrando diversos impedimentos en las escuelas al desarrollar el currículum de expresión plástica, siendo frecuente escuchar a maestros en ejercicio o a nuestros propios estudiantes, futuros maestros, haciéndose interrogantes de cómo trabajar contenidos con los elementos plástico y las técnicas bidimensionales y tridimensionales.
        Según Lowenfeld y Lambert (1992):
Para el niño la expresión artística es más que un pasatiempo, es una comunicación significativa consigo mismo, es la selección de las cosas y materiales con las que se identifica de su medio y la organización de todas ellas en un todo nuevo y con sentido.(s/p)

        Por esta razón, cada niño tiene una forma única de expresión. Por eso, la función del docente es ayudarle a explorar esa forma, a desarrollarla, no imponerles modelos de una manera particular de crear, sino facilitar el proceso de creación propio. En la expresión plástica con los niños, no hay una respuesta igual, cada niño tiene una respuesta propia para resolver un problema y se debe estimular a que el niño se haga preguntas a partir de diferentes estímulos y que llegue a encontrar sus respuestas propias. 
Bibliografía:
Fuenmayor, J. (2013). La expresión plástica vinculada con la creatividad infantil y como apoyo en la formación inicial del docente.



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